Cuándo acudir al hospital durante el embarazo

Los síntomas del embarazo pueden ser confusos, especialmente para las madres primerizas. Quienes atraviesan su primer embarazo suelen tener dificultades para discernir si un síntoma es normal, o es necesario hacer estudios. ¿Cuándo acudir al hospital durante el embarazo? Existen señales que indican la consulta inmediata con el especialista.

Cuándo acudir al hospital durante el embarazo

Sangrado

Cualquier sangrado abundante durante el embarazo, y especialmente durante el segundo y tercer trimestre, tiene que ser revisado de inmediato.

Podría tratarse de un signo de una afección muy grave conocida como desprendimiento de placenta, en la que la placenta se desgarra de la pared uterina.

Un desprendimiento de placenta causa dolor severo y sangrado abundante, por lo cual es imposible no notar que algo anda muy mal.

El manchado más leve acompañado de dolor puede tener una causa menos grave, pero no por ello hay que dejarlo pasar.

Disminución del movimiento del bebé

Cuándo acudir al hospital durante el embarazo
Cuándo acudir al hospital durante el embarazo

Las madres llegan a reconocer el patrón de movimiento de su hijo, algunos se mueven más durante el día y otros por la noche.

En definitiva, si se siente que el bebé no se está moviendo como siempre o hay una ausencia total de movimientos, es imperioso acudir al hospital ya que es una clara señal de que algo anda mal.

Fuga de líquido

Durante el embarazo la incontinencia es algo normal, pero también puede ser indicio de un rompimiento de bolsa.

Para algunas mujeres es difícil diferenciar la orina (que es muy abundante en las últimas semanas de embarazo), del liquido amniótico, y no sería la primera vez que se rompa bolsa faltando tiempo para la fecha de parto.

Contracciones prematuras

Esto es algo difícil de diferenciar, porque las contracciones de Braxton-Hicks pueden acontecer en todo momento a partir del 3 trimestre y son normales.

Para tener una idea de lo que es normal y que no, hay que evaluar si estas ocurren antes de las 37 semanas, si son regulares, si se producen cada 2 a 3 minutos, y si aumentan en intensidad cuando se está de pie o al caminar.

Las contracciones regulares y dolorosas pueden ser una señal de trabajo de parto prematuro.

Algo no va bien

Esta es una de las más importantes para las madres ya que su intuición está en el punto máximo.

Deben aprender a confiar en ella, en el cuerpo y en el bebé y acudir al médico cuando se siente que algo no está funcionando bien.


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