Cuando uno está educando a los niños trata, obviamente, de hacerlo lo mejor posible. Pero muchas veces se cometen errores sin intención, se les dicen frases que cualquiera puede pensar que son inofensivas, pero en realidad son capaces de dañar severamente la autoestima de un niño. Es muy importante cuáles son las frases que no le debes decir a tu hijo.
Frases que no le debes decir a tu hijo
Todo lo que decimos lleva a la evaluación y el juicio. Los padres pueden pensar que la corrección de los errores del niño le ayuda a aprender, pero en verdad lo que los chicos oyen con frecuencia es que no son capaces de hacer nada bien o no son lo suficientemente buenos.
Las palabras pueden dañar más que los golpes. Todo lo que le decimos a los niños tiene efectos en su psiquis, por ello es importante medir nuestras palabras ya que hasta cosas que pueden parecer intrascendentes, son capaces de dañarlos.
En este post comparto contigo algunas frases que no debes decirle a tu hijo porque hacen mella en la autoestima del niño.
¡Estoy ocupado!
Tu hijo no deja de necesitar su atención, aún cuando estás en medio de algo. Pero ignorar a sus necesidades y hacerle sentir infravalorado puede eventualmente llevarle a adquirir el hábito de no decirte otras cosas importantes.
Hay que encontrar un equilibrio y no decir “estoy ocupado”, sino en su lugar hacerle saber al pequeño que en cuanto hayas terminado la tarea, lo ayudarás con gusto.
¿Por qué hiciste eso?
A pesar de que muchas veces el enojo y la incertidumbre sobre las razones del comportamiento del niño lleven a esta expresión, es importante no decirla. En su lugar hay que preguntarle al pequeño qué es lo que sentía cuando decidió hacer lo que hizo, pero evitando hacer conjeturas porque el niño puede limitarse a responder con un “si” con el fin de apaciguar las cosas.
¡Te lo dije!
Las madres siempre saben que es lo mejor, o al menos la mayor parte del tiempo. Pero no hay que refregar esto al niño cada vez que cometa un error, porque indirectamente se le está haciendo entender que él nunca tiene razón y no es capaz de hacer las cosas bien.
En su lugar conviene tratar de encontrar soluciones de manera conjunta para no socavar su confianza y que el día de mañana sea capaz de tomar decisiones por su propia cuenta.
Espera a que papá llegue a casa
Aun cuando tus hijos se descontrolen y peleen entre ellos o hayan hecho algo realmente mal, hay que tener cuidado con el papel del padre bueno y el padre malo. Cuando se dice esta frase no solo se está insinuando que el papá es el malo, sino que a la vez se socava la autoridad de la mamá.
En lugar de decir “espera que papá vuelva a casa” hay que decirle al niño que en cuanto su padre regrese, ambos hablarán sobre lo acontecido y verán que se hace al respecto.
No te preocupes, no habrá ningún problema
No está mal el querer ahuyentar los temores del niño, pero el dejar de lado estos sentimientos puede generar que en su cabecita se genere más temor. El pequeño va a luchar contra el estrés original y contra el miedo de lo que puede pasar y esto le causa una preocupación adicional
Lo indicado es hablar con el de sus sentimientos, lo que también le mostrará tu empatía.
¡Porque lo digo yo!
No es por poner en duda una autoridad, sino por el hecho de no negar al niño su derecho a una explicación del porqué de la decisión que se ha tomado. No quiere decir que en este caso el niño tome parte de una discusión acerca de la elección, sino de que entienda las razones de ello y no vea reducida su autoestima.
Siempre hay que recordar que las palabras son poderosas, permiten transmitir significados y emociones. Elegir cuidadosamente las palabras que se usan para hablar con los niños puede ayudarles a que se sientan amados, respetados y seguros de sí mismos. Es posible construir la autoestima de un hijo, sin ser un padre perfecto.
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