Conoce qué es la toxoplasmosis en el embarazo para poder evitar esta enfermedad infecciosa provocada por un parasito que puede ser perjudicial para el desarrollo del bebé.
¿Qué es la toxoplasmosis en el embarazo?
La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa que se adquiere al entrar en contacto con el Toxoplasma Gondii, un protozoo (es decir, un organismo microscópico) parásito. Es una enfermedad habitualmente transmitida desde los animales al hombre, particularmente desde los felinos, que funcionan como hospedadores del protozoo.
En casos comunes, la toxoplasmosis puede pasar inadvertida ya que suele ser asintomática o confundirse con una gripe. El cuidado especial debe darse en personas con déficit de inmunidad, como ancianos y niños recién nacidos.
Se llama Toxoplasmosis Congénita cuando se da por primera vez en una mujer que está embarazada. En estos casos puede convertirse en una infección mortal para el bebé, que la recibe a través de la placenta. Para la mamá es asintomática, pero toma entre 4 y 16 semanas en afectar al bebé. El mayor riesgo de transmisión transplacentaria, un 59%, se da cuando la embarazada se contagia durante el tercer trimestre. Se reduce durante el segundo (a un 29%) y en el primero el riesgo es del 14%. Inversamente, la gravedad es mayor cuanto menor sea la edad gestacional del bebé cuando la adquirió.
En los peores casos, los bebés pueden presentar hidrocefalia, sordera, microcefalia, neumonitis, miocarditis (inflamación del miocardio), convulsiones, retardo psicomotor, hepatomegalia (agrandamiento del hígado), ictericia, esplenomegalia (agrandamiento del bazo) o graves problemas en la vista como glaucomas, atrofia o coroidorrentinitis.
¿Cómo detectar la toxoplasmosis?
La forma de diagnosticarla es a través de muestras de sangre fetal o de líquido amniótico entre las semanas 20 y 26 de gestación.
Se puede complementar con una ecografía inicial, para definir el diagnóstico; y mensualmente después del quinto mes para monitorear el compromiso del bebé.
Tratamiento de toxoplasmosis en embarazadas
Existen dos modos de tratar la enfermedad durante la gestación. En caso de que la madre esté infectada pero no esté confirmada la transmisión al bebé, se administrará un antibiótico en tres dosis diarias hasta el momento del parto, que evitará que el bebé adquiera el parásito.
En caso de que se compruebe la infección del bebé, el tratamiento apunta a disminuir las consecuencias. Desde la semana 20 hasta dos semanas antes de la fecha de parto, se administrarán tres antibióticos distintos cada día (existe la posibilidad que alguno de ellos requiera varias dosis diarias).
¿Cómo podemos prevenir la toxoplasmosis?
Lo cierto es que lo ideal es adquirirla años antes de quedar embarazada, ya que una vez habiéndola padecido, la persona queda inmunizada. Basta con haberla tenido unos nueve meses antes del embarazo para que la infección ya esté inactiva y no implique riesgos para ese bebé ni ninguno posterior.
Si estamos embarazadas y tememos contraerla, simples recaudos van a protegernos.
- Si tenemos un gato, podemos dejárselo a alguien para que lo cuide durante el embarazo.
- En caso de que esto no sea posible, mantengámoslo dentro de casa para que no entre en contacto con el parásito y luego pueda contagiarnos.
- Tratemos de no ser nosotras quienes limpiemos su caja (si no hay opción, hagámoslo con guantes de hule y lavándonos muy bien luego).
- Si no tenemos gato, de más está decir que no es momento de adoptar uno.
- Si trabajamos en el jardín, también usemos guantes y lavémonos bien luego; también, deshagámonos de pulgas y cucarachas.
- No comamos carne, huevos o ave crudas o poco cocinadas, ni vegetales sin lavar o leche sin pasteurizar.
- Antes y después de cocinar lavémonos bien las manos, y no nos refreguemos los ojos durante el proceso.